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Viaje a Itaca

El túnel

Ernesto Sabato escribió El túnel en 1948, poco tiempo después de una crisis existencial que le llevó a abandonar su carrera en un laboratorio de Física. El argentino plasmó en esta novela breve todas sus preocupaciones existenciales. De alguna forma, El túnel es a Latinoamérica, mutatis mutandis, lo que El extranjero  es a Europa.

La novela puede ser interpretada en una primera impresión como un thriller. Pablo Castel es un pintor depresivo que cuenta desde su celda su relación de amor-odio con María Iribarne, la única persona, según el narrador, que comprendió su obra. Su relación con el mundo y consigo mismo es absolutamente pesimista. Castel cree que ni siquiera se merece el descanso que permite el suicidio. En cambio, acaba apuñalando a María, auque esta acción no le produzca ninguna calma. Al final del libro, Castel se enfrenta con el marido ciego de María; le espeta que ha asesinado a su esposa y éste sólo puede gesticular y gritar "¡Insensato!".

Lo más atractivo de esta obra son las reflexiones del pintor, un personaje que Sabato querría ver comparado con alguno de los que vagabundean por las novelas de Dostoievski. Aunque el argentino no llegue a tanto, su lectura no deja diferente a nadie.

 

Estos días Héctor Alterio protagoniza la adaptación teatral de la novela en el Teatro Principal de Zaragoza. Hay mucha expectación por comprobar cómo se ha llevado El túnel al lenguaje teatral. ¿Conseguirá el actor dar cuerpo de forma creíble al Castel del papel?

1 comentario

lili -

Vamos a ver si tu análisis es pertinente!:))pero, muy bien, como siempre...