Pedro J. el valiente
Pedro J. Ramírez es un personaje curioso. Desde su atalaya intenta conducir por la senda de la crispación a los ciudadanos adscritos a la derecha española. Sus editoriales dominicales son auténticas arengas. Ha conseguido levantar un periódico que, sin el apoyo de ninguna maquinaria (PRISA, Planeta...), llena las conversaciones de café y las tertulias de las radios. Ya querrían muchos partidos un líder así.
Pedro J. Ramírez es un personaje curioso porque permite la libertad de expresión dentro de su periódico. Una actitud tan obvia es, sin embargo, escasa en estos tiempos. Pocos medios de comunicación se atreven a pagar un sueldo mensual a alguien que critica su línea editorial. Un ejemplo de lo contrario y más usual -aunque duela- es el "caso Echevarría". En el año 2004 el crítico literario Ignacio Echevarría tuvo que abandonar Babelia, suplemento literario de El País, tras la publicación de una reseña negativa de El hijo del acordeonista, novela escrita por Bernardo Atxaga y publicda por Alfagura, editorial propiedad de PRISA.
Este artículo en "defensa" de Pedro J. viene a raíz de la lectura de estos dos artículos de Javier Ortiz, columnista de El Mundo.
En definitiva, se le pueden criticar muchas cosas a Pedro J. Ramírez, pero hay que ser justos. Si insultamos por norma, nadie nos creerá cuando de verdad tengamos razón.
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adri -