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Viaje a Itaca

El eterno vigilante

El lector que se adentra en Juan Benet debe ser valiente. No ha de amedrentarse ante las páginas compactas o las largas frases. Si quiere disfrutar de sus novelas tiene que ralentizar su ritmo de lectura y estar dispuesto a releer páginas enteras para comprender su mensaje. Ha de olvidar todo lo aprendido en las novelas "convencionales" y sumergirse sin prejuicios en una prosa tan rica como compleja. Así disfrutará de uno de los autores españoles más interesantes del siglo XX.

Juan Benet creó un territorio mítico, Región. Le atribuyó una topografía, elaboró un mapa y escribió toda una obra literaria en torno a él. Al territorio le correspondía un bosque, y al bosque un guardián, el Numa. Ya al comienzo de su primera y capital novela, Volverás a Región, se hablaba de los incautos viajeros que se perdían en el bosque y eran recibidos con un disparo al anochecer. Varios años después de publicar esta novela, Juan Benet escribió Numa, un relato largo en torno a este personaje.

En apenas 60 páginas sin un solo punto y aparte, Benet ofrece al lector una radiografía de este misterioso guarda. En su relación con el bosque es fundamental el concepto del deber. La razón de ser del Numa es guardar el bosque: más allá no hay nada. El Numa espera sereno a los posibles intrusos, no le importa quiénes son, ni sus motivos para profanar el recinto: su sagrada misión es eliminarlos. No recuerda cuántos años lleva desempeñando su labor, tampoco quién le puso allí: sólo sabe que un día llegará su sucesor, un intruso que logrará abatirle, y que ése será un final más que digno.

En la última parte del relato el Numa recuerda un accidentado encuentro con un intruso. Estuvo a punto de fallar y dejarse matar, pero consiguió acabar con él: no era el sucesor que esperaba.

Como en casi todo Benet, aparece insinuada una guerra civil, y una posguerra triste. Hay un ser solitario, un antagonista difuso y un destino del que es imposible escapar. Y hay sobre todo un estilo único, un lenguaje complejo, no apto para lectores fast food, que se vuelve hipnótico a las pocas páginas.

Numa es, en fin, un cuento absorbente dedicado al personaje más misterioso de Región.

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