Blogia

Viaje a Itaca

Premio para Philip Roth

Philip Roth, uno de los grandes escritores estadounidenses vivos, ha ganado por tercera vez el premio Pen / Faulkner.

 

Curiosamente, la novela ganadora, Elegía, no es nada del otro mundo. Para los que quieran leer buena literatura, que prueben con los dos primeros volúmenes de su trilogía "La América perdida": Pastoral americana y Me casé con un comunista.

De todos modos, felicidades.

Tecnófilo

La Tecnología me absorbe. El estudiante que odiaba internet y aborrecía leer los periódicos en una pantalla, hoy pasa horas leyendo blogs sobre periodismo digital.

Aquel que en noviembre se quejaba a su compañera de clase de que Mariano Gistaín le obligase a hacer un blog, hoy escribe largos textos cada día, (y va aprendiendo a usar el blog de la forma correcta).

Hace dos semanas escuchó por primera vez la palabra technorati. La pronunciaba Ramón Salaverría, uno de los mejores profesores que, a su juicio, ha pasado por el Máster del Heraldo.

Hoy, por fin, se ha registrado en la "biblia de los blogs". He aquí la prueba: Technorati Profile .

Se inicia una nueva vida.

Entrevista a García Márquez

Esta semana Gabriel García Márquez cumple 80 años. A la espera de poder escribir un artículo sobre él, aquí va esta serie de vídeos, por cortesía de ricardofanta.

Cobertura del Congreso de Periodismo digital

Los pasados días 1 y 2 de marzo Huesca acogió la octava edición del Congreso de Periodismo Digital. La reunión se celebró en el céntrico Matadero y a la misma asistieron 250 periodistas. Entre los asuntos tratados destacan la influencia de Internet en el periodismo, el diseño en la prensa digital o los nuevos ciudadanos virtuales. Los ponentes fueron destacados periodistas, tanto del papel como del digital. La reunión atrajo a profesionales no sólo de España sin también de Latinoamérica o Estados Unidos.

 

La inauguración corrió a cargo del director del periódico ABC José Antonio Zarzalejos. Éste se definido a sí mismo como "inmigrante" digital, frente a los jóvenes que son "nativos digitales". Si bien confirmó la importancia que Internet tiene para el periodismo, Zarzalejos se mostró reacio hacia alguna de sus facetas. En particular se refirió de forma crítica hacia los blogs, el llamado periodismo ciudadano y la posibilidad que los lectores tienen de comentar al instante cada noticia.

 

Minutos antes Arsenio Escolar había recibido de manos del Presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, el premio Manuel Porquet de Periodismo Digital. Escolar, director del diario gratuito 20Minutos, explicó el proceso de unificación de redacciones que llevó a cabo en su periódico, la de papel y la digital, y declaró que se está "webizando el papel".

 

La primera ponencia del Congreso llevó por título "La red que cambia el oficio". Enrique Meneses y Caros Carnicero explicaron de qué forma las nuevas tecnologías y en particular Internet han modificado sus hábitos de trabajo y las consecuencias que esto tiene en la información que el ciudadano recibe. Si bien Ambos recalcaron las ventajas de la red en la elaboración de las noticias, señalaron también alguno de sus defectos. Para Meneses, la amplia disponibilidad de medios obliga a trabajar más tiempo, algo que puede perjudicar a la calidad de su labor. Según Carnicero, la falta de tiempo para la reflexión entre de la noticia y su publicación y la sobreabundancia de información también merman la calidad del periodismo.

 

Jon Le Anderson y Samatha Appleton, del New Yorker, y Thomas Dworzak, de la agencia Mágnum, ofrecieron una tertulia sobre el fotoperiodismo en la era de Internet. Mientras Anderson hacia de moderador y ocasional interprete, sus compañeros desgranaron las ventajas y desventajas de la utilización de medios digitales en el periodismo fotográfico. Debatieron sobre la ética del fotógrafo a raíz de las imágenes falseadas del Líbano este verano o de la oportunidad de grabar con un móvil la ejecución de Saddam Hussein. Asimismo, alabaron el espacio que frente al papel les ofrece Internet para exponer un mayor número de imágenes.

 

Vicenç Sanclemente, corresponsal de Televisión Española en China, aseguró que la llegada de Internet ha cambiado el trabajo del periodista en el país. Si años atrás encontrar y difundir la información requería grandes esfuerzos, la red facilita el proceso. Aunque, señaló, el modelo sigue siendo soviético: apenas hay imágenes y el Gobierno no confirma ninguna noticia. El corresponsal de EFE en Pekín, Antonio Broto, premio Blasillo de Aragón, cerró la ponencia "China, al otro lado de la cibermuralla". Broto habló de la dificultad de acceder a las fuetes y del recelo que los ciudadanos muestran hacia los periodistas extranjeros, así como de censura gubernamental. Internet, destacó, ha abierto una importante vía de comunicación entre los propios chinos. Destacó sobre todo la gran importancia de los blogs.

 

La información sobre salud fue cubierta en la ponencia de Carlos Martínez, redactor de El Mundo-salud, Miguel Ángel Madrid, del Diario Médico, y Óscar Jiménez, responsable de Jano Online. En ella se destacó el amplio espacio que la red permite dedicar al tema, espacio que un diario no puede permitirse, y se abogó por una correcta utilización de la información por parte de los usuarios.

 

Juan Varela, responsable del blog periodistas21, fue el moderador de la ponencia "Ciudadanía 3.0. Identidad de dominio público". Antonio Pascual Moreno y Laura Díaz disertaron sobre Second Life y sus múltiples posibilidades. En este mundo virtual, el ciudadano puede crearse una nueva identidad. Es posible, destacaron, comprar, vender y hacerse rico, así como arruinarse. La ponencia estuvo animada por los numerosos comentarios del chat en el que el público mantuvo una conversación paralela en la que surgieron que después los ponentes respondieron.

 

La Expo Zaragoza 2008 tuvo su lugar en el Congreso. Antonio Silva de Pablos, director de Comunicación de Expo Zaragoza 2008, y Juan Luis Sánchez, responsable del blog, explicaron las estrategias tomadas para dar a conocer el evento. Señalaron que esta es la primera vez que la comunicación digital se utiliza para promocionar un evento de este tipo también el blog es novedad en este aspecto, recalcó su responsable. Silva señaló que, la página web de la Expo ofrece información sobre múltiples facetas de la exposición, así como una recopilación de noticias de diversos medios de comunicación. Para Juan Luis Sánchez, el blog tiene un papel fundamental: el ser la voz humana y directa a los ciudadanos. Además, consideró que es una buena herramienta para crear un diálogo sobre la muestra a través de la blogosfera aragonesa.

 

"El diseño en la prensa digital" fue el último tema de la mañana. Quim Cardona, del grupo audiovisual Lavinia, Antonio Pasagali, director de arte del grupo Prisacom, y  Txuma Campo, responsable del diseño de Marca.com, expusieron sus teorías en torno al diseño en Internet. Para el primero, la tecnología limita las posibilidades del diseño. El papel, explicó, lo aguanta todo, pero Internet no. Cardona centró su interés en la portada, que, según dijo, "es lo que la gente ve". Pasagali relató el proceso de evolución de las webs que mantiene prisacom, entre las que destaca elpais.com, ser.es o cuatro.com. En todas, explicó, se intenta que prime el color, las fotografías y los vídeos y audios sobre el papel. Txuma Campos se centró en la creación de un equipo de diseño de páginas webs dentro de un medio de comunicación. En el debate entre un equipo formado por especialistas o personas multidisciplinares, Campos dijo preferir diseñadores multidisciplinares en los conocimientos y especializados en las funciones. Todos, recalcó, deben ser periodistas.

 

Javier Rodríguez Laiz, director de la edición digital de la revista Hola, inauguró la ponencia sobre "Internet: El nuevo papel de las revistas". Rodríguez defendió la complementación entre las ediciones digitales y las de papel. Aunque aseguró que éstas últimas no van a desaparecer, defendió las ediciones digitales, pues, sentenció, mientras que el papel es limitado, Internet no.  Además, detalló los éxitos de hola.com, en sus palabras "un portal líder en su sector". La segunda intervención corrió a cargo del periodista José Cervera, blogger de 20minutos.es. Su mensaje central fue que hay que arrevistarse. La clave no está en la rapidez, dijo, sino en la calidad y profundidad de la información. Según Cervera el futuro se encuentra en pequeñas revistas muy especializadas. Juan Caño, vicepresidente de Hachette Filipacchi, aseguró que las revistas no van a desaparecer y que lo que hay que aprender es a saber conjugar. En su discurso se mostró preocupado por el hecho de que Internet no esté dominado por periodistas.

 

Raúl Guitián, director de comunicaciones de SPD Place, inició la última ponencia del congreso, titulada "Internet para pantallas pequeñas". Guitián, creador de las ediciones de bolsillo de El Pais.com para PDA y PSP, resaltó la necesidad de crea contenidos específicos para terminales móviles, diferenciados de la prensa de papel y los medios online. Según Guitián, el usuario móvil es un usuario "on the go", y tiene unas características peculiares. Por ello hay de cambiarse los contenidos y los modos de transmitir la información.

 

Fernando González Urbaneja, presidente de la Federación de Asociaciones de la Prensa, cerró el VIII Congreso de Periodismo Digital. El presidente de la FAPE comparó la simplificación, concreción, clarificación y unificación que los diseñadores buscan con el objetivo final de los periodistas. Aseguró también que no hay que reinventar lo obvio, refiriéndose al periodismo ciudadano. Y destacó que todos los medios han estado siempre en proceso de extinción, y no han sucumbido. El peligro, señaló, proviene de la pérdida de credibilidad y la falta de respeto entre los propios periodistas.

Congreso de Periodismo Digital

Estos días se ha celebrado en Huesca el octavo Congreso de Periodismo Digital. Aquí inserto unas direcciones que pueden ser útiles para obtener más información.

 

Cobertura del Heraldo.es

Cobertura del Periódico de Aragón

Cobertura de Aragondigital. En el centro, los resúmenes de la Agencia. En la columna de la derecha, las conferencias en Mp3, y un reportaje fotográfico sobre el Congreso realizado desde el Congreso

Blogs que hablan del Congreso

Ediciones anteriores

La última Gran Novela Americana

Cormac McCarthy es lo que suele llamarse un escritor oscuro. Su nombre se asocia con frecuencia a los de J.D. Salinger, Thomas Pynchon o Don DeLillo; autores que viven en el anonimato, no conceden entrevistas, y pretenden ser conocidos únicamente a través de su obra. McCarthy es, hoy por hoy, el escritor más interesante de este grupo.

 

Su nombre resuena desde que el crítico literario Harold Bloom incluyera su novela Meridiano de sangre en el listado de obras maestras de la literatura, El canon occidental. Tras una serie de novelas interesantes que comparten una misma temática (soledad y violencia), un escenario (el Oeste americano) y aun un estilo (laconismo y belleza al mismo tiempo), Cormac McCarthy publicó en el verano de 2006 The Road, sin duda su obra maestra (todavía por traducir al español).

La novela cuenta la historia de un padre y su hijo de diez años, ambos caminan sin rumbo fijo por las carreteras de una futura América desolada. Después de una explosión nuclear, el mundo es un lugar hostil, la civilización ha muerto, el hombre vuelve a ser un lobo para el hombre: el único objetivo es sobrevivir.

Los personajes carecen de nombre, tampoco lo tienen los lugares por los que pasan; la atmósfera de la novela es oscura. La inseguridad que sienten sus protagonistas es transmitida al lector, que en ocasiones se ve obligado a detener la lectura para descansar del miedo y la tristeza que le invade, (como la página en que alcanzan la costa y el padre se lamenta de que su hijo no vea un mar de color azul, sino gris ceniza).

Uno de los puntos fuertes de Cormac McCarthy es la elaboración de diálogos. Son secos y directos, y no hay indicación alguna de quién es el hablante, si el padre o el hijo. Pero en pocas palabras muestran de un modo perfecto la humanidad de sus personajes y la magnitud de su situación. Un ejemplo: tras huir de otros seres humanos con quienes se cruzan, padre e hijo descansan exhaustos delante de un fuego; allí, casi a oscuras, se produce la siguiente conversación:

Van a matar a esa gente, ¿verdad? Sí. ¿Por qué tienen que hacerlo? No lo sé. ¿Van a comérselos? No lo sé. Van a comérselos, ¿verdad? Sí. Y no podemos ayudarles porque entonces nos comerían a nosotros. Sí. Y por eso no podemos ayudarles. Sí. De acuerdo.

La novela en conjunto puede ser tomada como una parábola (a lo que ayuda su frecuente "lenguaje bíblico"): el mundo ha desaparecido, hay que volver a empezar, y el único que tiene puede hacerlo ("you carry the torch") es un muchacho de diez años que no siente odio por nadie.

Cormac McCarthy entra con esta novela en el parnaso de la literatura americana. The Road es la culminación de toda su obra anterior: la violencia ase vuelve poética, el lenguaje se estiliza, los personajes son más humanos que nunca, a desolación invade al lector.

The Road es la novela que convierte a Cormac McCarthy en el mejor escritor estadounidense vivo.

Amor fou

Tras el éxito de La flor de mi secreto, Almodóvar estaba obligado a mantener alto el listón. El director no falla y se supera en su siguiente película, en la que se adentra en una temática más dura, sin ninguna concesión a sus antiguas tramas o personajes. Almodóvar se vuelve serio, quizá para siempre.

 

Una noche fatal Víctor (Liberto Rabal), un chico sin fortuna, acude a buscar a Elena (Francesca Neri) a su piso después de haberla conocido en un encuentro sexual fortuito. Allí coincide con dos policías armados: Sancho (José Sancho), un alcohólico violento que sospecha que su mujer (Ángela Molina) le es infiel, y David (Javier Bardem), que prefiere seguir las reglas. Se produce un malentendido, suenan un par de disparos y David cae al suelo, quedando inválido para siempre.

Años después Víctor sale de prisión, mientras que el policía herido es un parapléjico que triunfa en los Juegos Paraolímpicos de Barcelona 92 y que se ha casado con Elena. A la salida de la cárcel, Víctor se encuentra con Elena y David en un funeral. Todavía obsesionado con Elena, insiste en acercarse a ella, desencadenando un enredo pasional en el que se mezclan el amor, los celos y la violencia.

 

Carne trémula podría haber sido uno de los films menos almodovarianos del director. El guión está inspirado en una novela de Ruth Rendell, adaptación única de Almodóvar en toda su filmografía, caracterizada evidentemente por el uso indiscriminado de vivencias e intereses propios que el realizador aboca en sus guiones. Almodóvar extrae de la novela de la escritora británica el jugo y, sobre todo, una estructura sólida en la que mantener en pie su alambicada historia. Almodóvar masticó la novela hasta digerirla y hacerla suya. En las manos de Almodóvar, el libro se convierte en una mera inspiración para el director. Los personajes episódicos están, en Carne trémula, mucho más amarrados, ciñéndose a aquello que se nos cuenta. El guión se convierte así en uno de los más sólidos de su filmografía.

También por primera vez en su obra, Pedro Almodóvar incorpora a la historia alguna referencia sociopolítica. Carne trémula comienza con el nacimiento de Víctor en un autobús durante un estado de excepción en la España franquista de los años setenta, mostrando la represión de la época al contrastar esta escena con la que cierra el film veinte años después. Policías corruptos, violencia de género, contraste económico... añaden hondura al entramado social del film.

Resulta difícil buscar peros a la película. Todos los elementos del film brillan a gran altura: su guión, sus diálogos, las situaciones que viven los personajes, las imágenes, los movimientos de cámara, la fluidez narrativa, su estructura, la bellísima música de Alberto Iglesias, la labor excelente de los actores... todo el conjunto forma un relato cinematográfico fascinante. Las manos ensangrentadas y entrelazadas de José Sancho y Ángela Molina; la brillante escena en la que Francesca Neri y Javier Bardem se miran por primera vez, subrayada por un hermosísimo movimiento de cámara circular; son muestras claras del talento visual del director, atrás quedaban aquellos films de la movida madrileña de puesta en escena desaliñada.

Carne trémula es una película hermosa y enormemente rica que nos habla de falsas redenciones y de un romanticismo y una pasión amorosa muy cercanos al amour fou. Víctor ama apasionadamente a Elena; Sancho es arrastrado por el amor y los celos en la relación con su esposa Clara; David lleva una cruz en forma de silla de ruedas en su pasión por Elena; y las dos mujeres, Elena y Clara, son el silencioso motor de los entresijos de la trama, objetos del deseo y diosas del amor.

 

Como siempre, es bueno conocer a los personajes por boca de Almodóvar:

Elena es hija única de un diplomático italiano viudo, una de esas "pobres niñas ricas", de infancia nómada y consentida. Al final de los 80, Elena tonteaba con el abismo, el caos y las drogas duras. Una de esas interminables noches madrileñas, en el lavabo de un afterhour tuvo un encontronazo erótico con el adolescente Víctor. Cuando éste la llama por teléfono, una semana después, ella ni siquiera le recuerda. No le da opción a enrollarse porque la chica está esperando a un dealer. Víctor se queda frente a la puerta de la casa de Elena, frustrado, humillado, solo y rebotado.

David y Sancho son dos policías vestidos de paisano que patrullan el centro de la ciudad. El primero es un joven todavía por hacer (de haber tenido la oportunidad se habría convertido en un buen policía), el segundo le dobla en edad y en desesperación. Es un personaje típico de film-noir. Sancho bebe como un cosaco, desprecia y sospecha de todo bicho viviente. Según le confiesa a David, su mujer, Clara, se "entiende" con alguien. Es obcecado, ciego, intoxicado, esclavo de la pasión como esos hombres mayores y gordos capaces de matar como único modo de liberación. Sancho, armado, supone un peligro en sí mismo, una auténtica arma letal. David, su compañero, lo sabe e intenta llevarle la corriente mientras pasean su tensión por las calles animadas y pacíficas de un Madrid noctámbulo.

Clara es una hermosa mujer que merodea la cuarentena rodeada de plantas, flores y temores. En su juventud fue bailaora de flamenco. Del flamenco conserva esa mirada ancestral de mujer trágica y eterna. Imprevista y pasional. Maternal y fatal. En su momento debió amar intensamente a Sancho, pero de eso hace tiempo. Cuando él la llama desde el coche-patrulla (la aciaga noche del 90), Clara le responde con monosílabos. Tiene un ojo morado; antes de salir Sancho la golpeó. Ya en el 90 la relación con su marido atravesaba por un grave proceso de deterioro. Cuando Víctor sale de la cárcel, el proceso es el mismo, pero seis años más deteriorado. La fragilidad de Clara la hace inmune al dolor, se ha convertido en un ser sin voluntad, una sombra de sí misma que recupera su cuerpo cuando encuentra a Víctor en el cementerio, dos días después de salir de la cárcel

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Las críticas, de nuevo, fueron muy positivas:

"Sería estimulante que en los títulos de crédito de Carne trémula no apareciera el nombre de su creador (...). Si ocurriera ese imposible milagro, estoy convencido de que la inmensa mayoría de los espectadores reconocerían su fuerza, su belleza, su complejidad, su dureza, su veracidad, su sabiduría sobre las tortuosas o diáfanas relaciones humanas, sobre el sexo, el amor, el desamor, la pasión, la amistad, los celos, la vida y la muerte. Nos está hablando un fulano maduro y admirable que ya no necesita disfraces prestigiosos ni frivolidad gratuita, un auténtico narrador, un artista que ha fortificado su lenguaje depurándolo de superficialidad vendible. Carne trémula tiene factura de gran cine." Carlos Boyero, El Mundo, 1997.

"Es una película que roza lo insuperable, que hace coincidir lo que finalmente nos da con lo que a lo largo de su apasionante desarrollo nos promete, que es muchísimo. A esto se le llama en cine rozar la perfección y embarcarnos (con ese mágico roce) en una aventura visual de las más elegantes y mejor construidas que este cronista (que ve medio millar de películas al año) ha visto en décadas." Ángel Fernández Santos, El País, 1997.

"En Almodóvar la obra se va haciendo, va devorándose sus propias afirmaciones artísticas; en su filmografía no hay más continuidad que la de las rupturas. O lo que es igual: Almodóvar aligera el equipaje para así poder llevar más peso (...) Su más reciente creación parece venir a decirnos que hoy la modernidad consiste en el retorno a lo clásico. Así, entonces, asistimos a una transformación que puede ser progresiva, pero seguramente será definitiva." Rolling Stone, 1998.

Ave Fénix

En un principio debía llamarse ¿Existe alguna posibilidad, por pequeña que sea, de salvar lo nuestro? También pasó por la cabeza de Pedro Almodóvar llamar a su nuevo filme Como vaca sin cencerro. Pero el título que al final eligió para la película que debía redimirle del fracaso de Kika (un fracaso que aun hoy duele) fue La flor de mi secreto. Realmente, consiguió su objetivo.

 

La flor de mi secreto habla de Leo Macías (Marisa Paredes), una escritora de novela rosa que se oculta tras el seudónimo de Amanda Gris. Paco (Imanol Arias), su marido, participa en una Misión de Paz en Bosnia y le es infiel. Leo no puede vivir sin él, se encuentra perdida en todos los aspectos de su vida, incluido el literario. La relación con su madre (Chus Lampreave) y su hermana (Rossy de Palma) no es nada buena. Su amiga íntima (Carmen Elías) resultará ser una traidora. Ángel (Juan Echanove) será el encargado de salvarla de sí misma.

Si bien muchas de las películas de Almodóvar tienen alguna secreta conexión, es aquí donde más se percibe que el mundo del director es todo uno. La mejor amiga de Marisa Paredes se llama Manuela y trabaja impartiendo seminarios sobre transplantes en un hospital (es el personaje principal de la futura Todo sobre mi madre). Leo quiere escribir novelas rosas, pero  le salen negras; una de ellas cuenta la historia de una mujer que esconde el cadáver de su marido en un arcón congelador y a la que se le aparece el fantasma de su madre (Almodóvar desarrollará la anécdota en Volver)

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Para Pedro Almodóvar, La flor de mi secreto "es una película de "buenos sentimientos", sin que esto signifique la menor concesión al sentimentalismo. O sea, se trata de un drama duro. Aunque adoro el melodrama, esta vez me he decidido por la aridez y la síntesis. Hiel en vez de miel. Lágrimas que no sirven de desahogo, sino que ahogan. Dolor del bueno.

No hay personajes malvados. Todos son buenos, como en una película de Capra. Pero a pesar de su ausencia de maldad, por torpeza, indecisión o cobardía (o simplemente porque el ser humano es imperfecto) acaban causando dolor a su alrededor. Casi todos viven en la impostura, aparentando lo que en realidad no son. Sólo Leo se expresa con sinceridad. Para mentir o disimular se necesita cierta entereza y ella está demasiado débil."

Las críticas fueron formidables:

"La flor de mi secreto es la mejor película de Almodóvar hasta ahora. La más perfecta técnicamente, la mejor escrita y la más moralmente integrada, este espectador sintió siempre que estaba anta una obra mayor. Olvídense de George Cukor, de Mitchell Leisen y hasta de Claude Chabrol, que Pedro Almodóvar, ahora, es el mejor inventor de mujeres del cine: una suerte de Adán con costillas disponibles para crear varias Evas". Guillermo Cabrera Infante, El País, 1995.

"Impulsada por interpretaciones estelares y un guión cargado de inteligencia, sutileza y sorpresas, ésta es, de lejos, la mejor película de Almodóvar en años y su órbita comercial debería expandirse en consonancia. [...] Con su exuberante mezcla de tragedia, comedia y cruel paradoja, alimentada por dosis de realismo, romanticismo rural y un intrínseco sabor español, la película se desarrolla como un viejo drama de Hollywood borracho de sangría y bailando al ritmo flamenco". Variety, 1995.

Entrevista a Cela

Aquí el segundo capítulo de la serie de entrevistas con escritores. En esta ocasión con el buen escritor y peor persona Camilo José Cela.

Debo decir que todas las entrevistas que aquí iré colgando están guardadas en mi ordenador y sacadas de diferentes fuentes en internet. Pero para subir videos a Blogia hay que pasar por Youtube, y ésta página no deja subir archivos mayores de 100 megas. Como aún no he aprendido a cortar vídeos, utilizaré el trabajo realizado por otros para poner aquí las entrevistas.

En esta ocasión, el mérito de cortar la entrevista de Cela corresponde a Pakoentrevistas. Ha cortado el vídeo en 5 partes.

La entrevista de Bolaño del día fue subida por Zacarías.

 

 

 

 

 

Torpe censura

TVE decidió ayer no emitir una entrevista grabada  por José María García para el programa de Jesús Quintero, El loco de la colina. La razón argüida era que "en ella no se vierten opiniones, sino insultos, descalificaciones y ataques a terceras personas". La emisora, -recordémoslo: pública, dirigida a todos los ciudadanos y supuestamente neutral- quiso con ello ahorrar el mal trago a muchos de aquellos a quienes se nombraba en la entrevista.

 

El efecto ha sido justo el contrario. Hoy es la noticia del día, portada en todos los medios digitales, y miles de personas han visto extractos del vídeo, posiblemente muchas más de las que se hubieran sentado delante del televisor a ver el programa de Loco.

Más de 2300 personas han pinchado en el video en youtube; hay 290 comentarios en la web de El País. El Mundo ofrece la entrevista íntegra. Ayer pocos sabían que José María García iba a "reaparecer"; hoy pocos ignoran lo sucedido.

La entrevista, tal y como le dijo el presentador a García, "es una bomba". En ella, el periodista deportivo arremete contra Aznar, contra Telefónica, contra Luis Herrero, contra Jiménez Losantos, contra Florentino Pérez. Pocos se salvan de la quema.

Pero ésa no es razón para vetar una entrevista en un medio de comunicación. Y menos si hablamos de Televisión Española. Si atenta contra el honor de alguno de los mentados, que se encarguen éstos de presentar la denuncia pertinente; si es ofensivo para el espectador escuchar tantos insultos, que apague la televisión. No hay excusa, jamás, para la censura, (hay quienes a esto le llaman "edición").

En los vídeos que circulan por la red se escuchan auténticas barbaridades, destapa algunos "tejemanejes" en el poder durante la era Aznar, trapicheos, amenazas e influencias que debían, seguro que a juicio de sus protagonistas, permanecer en el más absoluto secreto.

Pero lo peligroso no es que un periodista de la vieja guardia los revele: lo peligroso, lo que produce un profundo miedo en el espectador, es que lo que cuenta sea verdad. De ser así, ¿en manos de qué gente hemos estado durante ocho años?

Hay un detalle que ha pasado desapercibido, una curiosa contradicción en este suceso. José María García ataca principalmente a la derecha. De entre todas las personas que hoy día están en el poder, sólo dedica unas palabras a Luis Fernández, presidente de la Corporación RTVE. Según García, es un hombre del "Imperio", es decir, de PRISA. Para salvar la imagen, TVE decidió emitir únicamente el fragmento "que se refiere a esta Casa, TVE, y a su Presidente, Luis Fernández, para que no se piense que ésta es la razón por la que se retira la citada entrevista", en palabras de la cadena.

Incomprensible: TVE, históricamente una cadena aliada o dirigida por el partido en el poder, censura un programa en que se critica a altas figuras del partido en la oposición. El Partido Popular hoy debe de estar confuso: no sabrá si denunciar a García o felicitarle.

La oveja negra

En la carrera de todo cineasta siempre hay una o dos películas que se erigirían en tachones, las ovejas negras de la familia, obras horrendas las cuales uno no se explica el porqué de su existencia. Almodóvar también las tiene, y en su caso, su oveja negra se llama Kika.

 

Kika (Verónica Forqué) es una maquilladora de carácter ingenuo que un día recibe un encargo muy especial: ha de maquillar a un muerto, un atractivo fotógrafo llamado Ramón (Álex Casanovas). Sin embargo, éste en realidad no está muerto y sólo sufre un ataque, por lo cual el trabajo de la maquilladora motiva que reaccione y se enamore de ella. El padrastro de Ramón, un hombre turbio y seductor (Peter Coyote), a ojos del fotógrafo es el responsable de la muerte de la madre de éste, y vive junto a ellos. El hermano de la asistenta de Kika no tardará en violar a ésta y, en consecuencia, convertirla en protagonista de un "reality show" televisivo, a cargo de una mujer cruel y resentida, Cara Cortada (Victoria Abril).

La película sorprende desde su primer visionado. Si bien es cierto que el Almodóvar de 1993 no es el mismo que ahora, también es verdad que por aquella época ya estaba más que consolidado. Kika supone un retroceso absoluto en sus intenciones y evolución. De hecho se trata de una gran incógnita el motivo de tamaña involución en un periodo en el cual su cine estaba en su máximo desarrollo.

Fallida en todos y cada uno de sus aspectos, Kika es un retorno al Almodóvar más excesivo, más gratuito y más exhibicionista, totalmente alejado del cineasta cada vez más consolidado y consciente de sus capacidades. Desmesurada en todos sus elementos, la película por encima de ello llega a resultar aburrida y tediosa creándose una distancia enorme entre el espectador y la pantalla.

 

El guión es un absurdo poblado de situaciones totalmente risibles y cuyo contenido dramático es nulo; y al terminar de ver la película te asalta la pregunta de qué demonios te estaban hablando o qué querían contarte.

En esta ocasión las críticas fueron muy duras.

"Salvo Andrea, que es viva y chispeante, los personajes son meros moldes. Los actores parecen abandonados o aprisionados y el público es dejado de su mano a ver el sombrío espectáculo de un cineasta genial derrapando." Rolling Stone, 1994

"Si Kika da su nombre a la película, es porque ella es la única con la libertad emocional para sobrevivir a todo lo que la película le arroja. En Kika, la "forma" demuestra maestría, pero el flujo de inspiración se diluye por momentos." Daily News, 1994

Periodismo ciudadano

Como parece que esto de los blogs y el llamado periodismo ciudadano es el futuro; y como parece que un servidor está abocado a formar parte de este futuro, aquí va un decálogo del "buen periodista ciudadano". Habrá que ceñirse a él.

 

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Rojo pasión

Tacones lejanos es un film clave para entender la trayectoria de Almodóvar, pues constituye un inesperado punto de inflexión en una filmografía, hasta entonces definida por unas constantes muy diferente. Su trayectoria anterior había estado marcada por una sociología cañí e inevitablemente caricaturesca (¿Qué he hecho yo para merecer esto?) o la exhibición de sus fantasmas personales (La ley del deseo), todo ello sustentado en el cine de género más tradicional (el cine negro en Matador, o la screwball comedy en Mujeres al borde de un ataque de nervios). Ahora se adentra en el campo cinematográfico en que más a gusto se encuentra Almodóvar: el melodrama.

Este film es, ante todo, una reescritura de buena parte de los melodramas de Douglas Sirk. Almodóvar disecciona las cualidades cinematográficas del cineasta y extrae los elementos que más se adecuan a su propia visión, reconvirtiendo el cine de Sirk a una articulación netamente contemporánea.

Tacones lejanos presenta una turbadora relación entre madre e hija que establece conexiones con la planteada por Sirk en Imitación a la vida. El triángulo compuesto por Rebeca, Becky y Manuel potencia un sinfín de problemas psicológicos en el personaje de Victoria Abril (un extraño sentimiento de amor-odio hacia la figura materna, carácter inconstante con un profundo sentimiento de culpa), que lo convierte en uno de los personajes femeninos más sólidos y apasionantes de todos los compuestos por el manchego. 

   

La película habla de Rebeca (Victoria Abril), locutora de telediarios en una cadena que dirige su marido Manuel (Féodor Atkine). Manuel fue el gran amor de su madre, Becky del Páramo (Marisa Paredes), antes de que ésta la abandonara para dedicarse a su carrera como cantante, y no sabe que Rebeca es hija de Becky. Quince años después la madre vuelve a Madrid para actuar y arreglar algunas cuentas pendientes, especialmente la relación con su hija. La noche de su llegada, Becky cena con Rebeca y Manuel. Juntos van a ver a un imitador de Becky, el transformista Femme Letal (Miguel Bosé). Como las relaciones entre Rebeca y Manuel no marchan bien, él intenta reavivar su viejo amor con Becky, quien no acepta su ofrecimiento. Una noche, Manuel aparece asesinado en su chalet. El Juez Domínguez, de noche Femme Letal, se encargará del caso.

 

Las críticas fueron, de nuevo, muy positivas:

"Almodóvar, como a los clásicos, hay que leerlos despacio. Detrás de su aspecto prosaico, de su escritura aparentemente fácil, de su viva la vida, se esconde un espíritu delicadamente sensible a la medida, ritmo y rima de las cosas de cada día." ABC, 1991

"Los fans de Pedro Almodóvar pueden alegrarse: su novena película, Tacones Lejanos, es la mejor hasta la fecha. Incluso le conseguirá nuevos adeptos entre el gran público, gente que haya estado alejada de la sensibilidad fantasiosa, y, a veces, cargante de Almodóvar.
(...) Almodóvar esta claramente divirtiéndose con un genero clásico de Hollywood, despedazándolo y luego, curiosamente, reconstruyéndolo con todas las emociones intactas." The Film Journal, 1992.

"Para quien la ame y quien la deteste, Hay en "Tacones Lejanos" un guión extraordinario. (...) La relación tan particular que mantiene Pedro Almodóvar con la canción, que es también una de sus características, se revela igualmente un elemento fuerte en "Tacones Lejanos". Liberation, 1992

"La Apoteosis del Rojo. Se sabía que esto llegaría. Que dejando perezas y sus delirios subversivos, Pedro Almodóvar nos daría un día un film que contuviese todos los demás y fuera el primero. (...) Pedro Almodóvar, el payaso culto, no ríe más. Un verdadero rito de paso para su obra venidera." Le Monde 1992.

 

Lo mejor, (o no) es atender a las palabras del director.

"La idea de Tacones lejanos nace del guión de un cortometraje que escribí mientras preparaba Átame. Me desespera tanto la preparación de un rodaje que casi siempre, para evadirme, improviso sobre el papel historias caprichosas que después acaban convirtiéndose en el guión de alguna película. Es un modo de serle infiel a la historia que tengo entre manos, pero sobre todo me distrae de las inclemencias del período de preproducción. En el corto sólo narraba la parte que se refiere al telediario.

Lo que hace Rebeca en el telediario yo lo había soñado muchas veces, una locutora que después de dar la noticia de una muerte se confiese autora y explique con toda naturalidad los detalles.

Cuando terminé "Átame" pensaba rodar el corto, pero me intrigaba tanto su personaje central que necesitaba conocer su trayectoria. Era un personaje demasiado grande para un relato tan corto, demasiado sugerente. Así que empecé a desarrollar su historia por ambos extremos, dejando la confesión justamente en el medio. Y no fue fácil, porque yo no quería que Rebeca fuera un monstruo o una psicópata. Por una simple cuestión de duración, la breve narración de un corto te permite exponer unos hechos sin implicarte ni explicarlos, pero un largometraje exige que el autor explique esos hechos y se sitúe con respecto a la historia.

El personaje de la madre me resultaba más asequible. No es una madre ejemplar, ni abnegada, pero su heroico gesto del final la redime de todas sus imperfecciones y conquista fácilmente el corazón del espectador-interlocutor.

El tercer personaje, Femme Letal y el Juez Domínguez, tampoco es un modelo de conducta. Con la edad voy descubriendo que me siento más cerca de los personajes complejos e imperfectos. Siempre que sea capaz de explicar en qué consisten sus imperfecciones, lo cual equivale a explicarles como seres humanos. Mi reto como guionista y director consiste en hacer diáfana su complejidad, que uno pueda leer en sus ojos y en sus palabras las razones que inspiran sus actos.

He rehusado juzgar a los personajes, permitiendo que sean ellos mismos los que se juzguen, se castiguen o se perdonen. La justicia, si es que existe, no se ejerce en los tribunales, sino en el fondo de la conciencia de los individuos y se expresa con un lenguaje propio, el lenguaje del dolor y de la pasión.

Rebeca y su madre actúan de espaldas a la ley de los hombres y de la de Dios (un dios católico como lo entendemos en España). Yo confío más en la fragilidad del individuo y su imperfecta naturaleza que en la solidez de las instituciones. Esa es una de mis intenciones al contar esta historia, sin temor a parecer amoral."

Resistiré

¡Átame! supuso el inicio de la carrera de Antonio Banderas y Victoria Abril.

 

La película cuenta la historia de Ricki, un joven huérfano desde los tres años que toda su vida la ha pasado en diferentes instituciones sociales y reformatorios. Por su parte, Marina es una mujer que ha tenido problemas con las drogas y trabaja como actriz en películas pornográficas y de terror. Fascinado por ella, Ricki la rapta, dispuesto a hacer todo lo posible para que Marina corresponda a su amor. La animadversión inicial de la mujer, y sus vanos intentos de huir, van dejando paso a una progresiva hermandad entre ambos, finalmente convertida en auténtico amor.

 

Si bien contaba con 15 nominaciones para los premios Goya, la película no se llevó ninguno. La película tuvo críticas muy positivas:

"¡Átame! es una película libre, inteligentemente desinhibida, romántica hasta la exasperación". Carlos Boyero, El Mundo, 1990

"Resulta un producto anárquico, desvergonzado, sonriente en casi todo momento y con una conclusión de cuento para adultos que reencuentran la inocencia". Ya, 1990.

Entrevista Bolaño

Aquí una entrevista muy interesante al último gran escritor latinoamericano: Roberto Bolaño.

El probrecito ya murió; ésta es casi la única oportunidad de escucharle.

(Con este video inauguro una sección dedicada a entrevistas de escritores)

 

De profesión, maestra rural

Ana Pedrós es profesora de Educación Física. Trabaja en Mesones de Isuela, un pueblo de doscientos habitantes a 75 Km. de Zaragoza. El colegio forma parte de un Centro Rural Agrupado (CRA). Esto es, una serie de colegios con pocos alumnos y profesores, y a veces un solo profesor con el que comparten dirección. Cada mañana se levanta antes que el sol y se sube al coche con otras dos compañeras. Conducen una semana cada una: lo llaman "la rueda". El ministerio no les frece ningún plus de desplazamiento (es más, deben pedir un permiso para residir en Zaragoza), y la gasolina corre de sus bolsillos.

Ana es la tutora de 7 alumnos de diferentes cursos y edades. Todos oscilan entre los 9 y los 12 años. En las clases de Educación Física ponen también a su cuidado a los alumnos de segundo curso. Con ella trabaja otra joven profesora que se ocupa de los más pequeños. Las asignaturas como Religión o Ingles las imparte un profesor itinerante.

Las chicas son las únicas responsables en el centro. Si hay problemas, llaman al colegio de El Frasno, donde está el director del CRA. En la zona no hay cobertura, por lo que dependen únicamente del teléfono fijo del colegio.

Los miércoles por la tarde, los profesores que trabajan en el Centro Rural se desplazan hasta El Frasno. Allí se reúnen con el director y el jefe de estudios para poner en común los progresos de los alumnos y denunciar los problemas que puedan tener. El Ministerio, señala, sí que subvenciona estos trayectos

Malas instalaciones

Según la profesora, "las instalaciones son malas". El colegio, afirma, es demasiado grande para los alumnos que hay. Años atrás, por sus pasillos desfilaban decenas de chiquillos, hoy sólo acoge a catorce. Sin embargo, los espacios para las clases de Educación Física no se encuentran en el recinto escolar. El recreo es demasiado pequeño, y para jugar a baloncesto deben correr durante diez minutos hasta llegar a las pistas del pueblo. "El campo de fútbol -señala- es un terreno lleno de piedras. Si pasan la ovejas, hay que apartarse". El pabellón donde realizan las flexiones y las pruebas de resistencia es al mismo tiempo el centro social del pueblo.

Dentro del edificio las condiciones no son mucho mejor. Las profesoras se encargan de abrir y cerrar la calefacción, por lo que hasta media mañana las aulas no se caldean. Si bien una mujer limpia el colegio por las mañanas, "a veces también toca limpiar", dice resignada la docente.

Los escolares tienen jornada partida, con una hora para comer a mediodía. Ana y su compañera compraron a principio de curso un microondas y una plancha, y cocinan y comen en una de las aulas. Friega la vajilla en la pila del lavabo. "¡Y con agua fría!", puntualiza.

"Las condiciones -termina- no son normales. Hasta que no vas allí no te lo imaginas".

Buenos alumnos

Según la profesora, el nivel de los alumnos no es bajo. "Aunque -puntualiza- es difícil de comparar con el resto". Los contenidos son similares a los de cualquier colegio, pero se imparten de forma diferente. La preparación de actividades le ocupa la mayor parte del tiempo. "En Zaragoza tendría que preocuparme sólo mi asignatura, aquí tengo que elaborar actividades y contenidos para cuatro niveles cursos diferentes".

Si bien hay algunas actividades colectivas, como dictado o lectura, Ana reparte las mayor parte de las actividades entre los chicos y luego hace la ronda. "La atención es muy personalizada, eso es muy positivo". Los alumnos, cosa impensable en una escuela urbana, están tranquilos mientras la profesora se ocupa de sus compañeros. "Aquí aprenden a esperar", afirma.

"Los niños de los pueblos -sentencia- son diferentes a los de la ciudad". Ana está muy orgullosa de "sus niños". La escuela no conoce el "bullying", ni las envidias. "Nadie se ríe -afirma- de los que fallan".

Cuenta también que en el recreo participan todos juntos en juegos impensables en la ciudad. Los chicos de 12 años se llevan su maletín, comenta riéndose, y ponen los hacen rulos a las niñas más pequeñas."En Zaragoza jugarían a fútbol", termina.

La relación profesor-alumno, según Ana, es más que excelente. "Acabas conociéndolos a todos mejor que ellos mismos". Con los familiares también disfruta de una afinidad. "Más con las madres", puntualiza. La mayoría de los padres trabajan en el campo y no vienen a recoger a sus hijos. "Hace poco fue el cumpleaños de una niña -relata- y la madre nos invitó a mi compañera y a mí a comer. Los chicos nos esperaron en la  puerta muertos de risa".

Diez años para trabajar en Zaragoza

A los colegios se llega por oposición. El profesor realiza la prueba, si tiene suerte saca una plaza y entra en una lista. Lógicamente, los puestos más solicitados son los de los núcleos urbanos, así que muchos "primerizos" (que comienzan con cero  puntos) se ven obligados a trabajar en pueblos durante años.

Cada dos años, acumulan puntos que los van acercando a su destino. Si permanecen más tiempo del requerido en un colegio, la cantidad de puntos otorgados se duplica.

Con la situación actual, un profesor recién ingresado en el cuerpo debe esperar diez años para trabajar en la ciudad en que reside.

El escritor más libre

Juan Goytisolo ya no escribe. Al menos ficción. Su última novela, Telón de boca, data del 2003. Quien la leyese percibía un olor a despedida. El escritor estaba cansado, Monique su compañera de tantos años, había muerto recientemente; sólo le quedaba esperar el fin. Ahora aparece de cuando en cuando en El País, firmando artículos de opinión, como siempre, apocalípticos.

Pero hubo un Juan Goytisolo anterior, un escritor sin miedo al poder o al stablishment literario. Un autor que siempre fue por libre, escribiendo lo que no se debía escribir y de una forma nunca antes (ni después) vista por estos lares. Ése es el Juan que pasará a la historia de la literatura.

 

Una brevísima biografía de Juan Goytisolo señalaría que nace en Barcelona la víspera de reyes de 1931; que tiene por hermanos a Luis y José Agustín, ambos dedicados a la literatura; que se instaló en París a mediados de los cincuenta y trabajó en la editorial Gallimard, donde conoció a Monique Lange, su esposa y compañera durante 40 años; que conoció el éxito en el extranjero mucho antes que en España, donde aún es recibido con reticencia; que es homosexual y que vive en Marrakech.

Pero, como toda biografía, no es más que un resumen lleno de lagunas. La mejor forma de conocer a Juan Goytisolo es leer sus libros. En ellos vuelca con furia toda su vida, sus sentimientos, opiniones ante todo. Juan Goytisolo es un hombre tímido, prefiere la soledad elegida a las multitudes y conferencias, pero ante el papel se desnuda con una dignidad y una absoluta falta de vergüenza pasmosa.

Se inició, como era norma en la época, en el realismo social. En sus novelas y relatos presentaba una España triste y gris en la que sus protagonistas eran soldados desganados, borrachos y obreros. Pero éstas son unas obras que conviene olvidar, no tienen hoy ningún valor literario. "Mi escritura adulta -dirá- empieza con el último capítulo de Señas de identidad".

Esta novela inició el camino a seguir. Nacía un nuevo Juan Goytisolo, un escritor que rompía con su pasado de enfant terrible y símbolo de la literatura de protesta, símbolo creado por la cultura francesa. Un escritor que daba la espalda a su familia: a su padre moribundo, a sus hermanos, que podían competir con él, a su hermana, que no tenía ninguna importancia en su vida. Juan Goytisolo abandona definitivamente España y se traslada a París. Allí asumirá plenamente su sexualidad y aprenderá a liberarse de muchos corsés de la literatura de la mano del iconoclasta Jean Genet.

No es lugar éste para glosar todas sus novelas y ensayos. Bastará decir que en ellas arremete contra todo y contra todos. El franquismo, el Opus Dei, la política de inmigración europea, la guerra de Yugoslavia, los propios escritores. Señas de identidad es un punto de partida que le lleva a destruir paulatinamente el lenguaje, hasta hacerlo casi ininteligible, (algo similar al trabajo de Joyce en su Ulises o en su Finnegans wake). Tras Makbara, Goytisolo se centra más en la estructura que en el lenguaje: sus textos son más sencillos de leer a primera vista, pero en conjunto poseen mayor complejidad. Vista en conjunto, su primera etapa puede definirse de "destructiva" y los años posteriores como "constructivos". En palabras del escritor, su obra es "una construcción a partir de una destrucción".

Sus últimas décadas están íntimamente relacionadas con el mundo islámico. En el barrio parisino del Sentier aprende turco de la mano de un grupo de exiliados; conocerá más tarde la tradición literaria del Islam y se convierte en su defensor. Gracias a su apoyo, la plaza Xemaa el Fna, un espacio de convivencia e intercambio de tradiciones orales en Marrakech, se convierte en Patrimonio Oral de la Humanidad.

Pero todo esto no se logra sin dejar cadáveres por el camino. La relación con s hermano Luis es casi nula, de aquellos activistas políticos que frecuentaba en los sesenta no quiere saber nada; volvió la espalda a muchos de aquellos con quienes se relacionó. Siempre fue un experto en convertir a sus amigos en enemigos y en mantener el rencor (o la envidia) que muchos le tenían.

Hoy es un hombre solitario. Continúa viviendo en Marruecos, sin Monique pero con la compañía de un par de muchachos que adoptó. Ha declarado públicamente el fin de su relación con la ficción, se dedica a releer a Cervantes, Tolstoi o Las mil y una noches. Ya no espera nada, si acaso la muerte.

Un escritor en una guerra

 

Durante el cerco de Sarajevo, Juan Goytisolo fue el único intelectual europeo que se trasladó a la ciudad. Aguantó allí varios meses, testigo de las muertes que los bombardeos de la OTAN causaban. Junto con el fotógrafo aragonés Gervasio Sánchez escribió un libro en el que reflejaba la situación. Como única forma de escapar al horror, montó junto con Susan Sontag la obra Esperando a Godot, interpretada por actores no profesionales del lugar.

La carta más difícil

 

Cuando asumió plenamente su sexualidad, Juan Goytisolo llevaba varios años viviendo con Monique. La única forma de revelar su secreto era hacerlo por escrito. Así que le envió un laga carta a Moscú, donde ella estaba de viaje con su hija, en la que explicaba toda la situación y le repetía su amor incondicional; si no quería continua con él, lo entendería. La respuesta de Monique tardó unos días en llegar, pero fue positiva. Pocos meses después contraían matrimonio.

Energía nuclear

El calentamiento global es un hecho. Los combustibles suben de precio y las únicas que salen bien paradas son las compañías petrolíferas. Las mismas que ofrecen dinero a economistas y científicos para que nieguen el cambio climático.

Ante este panorama, la energía nuclear es más que una opción a tener en cuenta. Durante décadas numerosos países la utilizaron, convencidos de que era la mejor vía para producir energía a bajo coste. El sustituto perfecto a los limitados combustibles fósiles.

 

Chernobil, sin embargo, cambió la tendencia. Desde el accidente, no se han abierto nuevas centrales en Europa. Hasta hoy. Finlandia levanta la primera nuclear del siglo XXI. La población, tan opuesta años atrás a este tipo de energía, está ahora más dispuesta a usarla, pese a los riesgos.

Éstos no son desdeñables, pero no podemos dejar que el árbol, como reza el dicho, nos impida ver el bosque. Chernobil, hay que recordarlo, no fue tanto un accidente nuclear como un error de la extinta URSS. Si la central hubiera estado a cargo de un país europeo quizá la catástrofe hubiera sido menor.

La única forma de no depender de los altibajos políticos de Oriente Próximo es producir la energía en casa.

Así, Rusia no tendría la llave para abrir el grifo del gas hacia Europa. Las "petromonarquías"no tendrían razón de ser y los "petrodólares" perderían todo su valor.

¿Arte?

Hay quienes, ante un cuadro de Jackson Pollock o incluso de Joan Miró, dicen "Mi hijo de 5 años también puede hacer eso". Hasta hace poco era posible refutarlos, explicarles que el hecho de que una pintura no sea figurativa o su significado no se comprenda a primera vista, no le restaba mérito. Seguía siendo Arte.

 

Hoy, esto ya no es posible. Ayer conocí la historia de una niña estadounidense de 7 años que pinta cuadros y los vende por cantidades astronómicas. Uno de ellos alcanzó la cifra de medio millón de dólares. Como se puede imaginar, sus pinturas no responden a lo que conocemos como arte. Son apenas trazos al azar dirigidos por unos padres con un agudo olfato empresarial. Pero los "nuevos ricos" que quieren presumir de tener un cuadro colgado en el salón de su casa los compran sin preocuparse de su mérito artístico.

Leí también hace poco que un "artista" se había cortado un dedo con un hacha . Filmó la sangría y lo llamó "videoarte". 

Estos intentos de conseguir fama y dinero poniendo el arte como excusa son una grave amenaza para los verdaderos artistas. Los ciudadanos perderemos la confianza y el respeto que les teníamos. ¿Qué valor puede tener un Pollock si se parece tanto a un "García"?

Hoy se inaugura ARCO. Es casi seguro que en sus galerías encontraremos obras, cuando menos, dudosas. Los ciudadanos estamos obligados a discernir el arte del engaño.

Los marchantes de arte tendrían que ser más exigentes con lo que exponen, pues corren el peligro de banalizar a aquellos a quienes se deben.

Dura lex

Iñaki De Juana Chaos es un asesino. Merece pasar el resto de su vida en prisión; si es preciso, atado a una cama y alimentado a través de una sonda nasogástrica. Su condena por los veinticinco asesinatos que cometió en nombre de ETA queda escasa para una sociedad marcada por tres décadas de terrorismo. Pero una cosa es matar inocentes y otra distinta amenazar en un periódico.

 

Ayer, el Supremo rebajó de 12 a 3 años la pena impuesta por la Audiencia Nacional. Se da además la circunstancia de que el terrorista ya ha cumplido dos tercios de esta condena, por lo que es posible que sea excarcelado. La decisión depende de la Fiscalía del Estado.  Numerosas voces se han opuesto a esta rebaja, pues muchos consideran incomprensible que un asesino pueda salir a la calle en breve. Pero los 3 años de cárcel, hay que recordarlo, los cumple no en razón a sus crímenes, sino por las amenazas vertidas en el diario "Gara".

De Juana Chaos fue condenado en 1987 a 30 años de cárcel, el máximo que dicta la ley. Ésta sí que es una condena leve, más aún teniendo en cuenta que, por redenciones, sólo ha cumplido 18.

Pero no hay que confundir las cosas: si 18 años son ridículos tras tanta sangre vertida, 3 años son excesivos para un delito de palabra.

La solución no es compensar una sentencia con otra. Lo que se debería hacer es revisar el Código Penal y aumentar el cumplimiento de las penas. Así, condenas de 3.000 años serían innecesarias.